El último Informe Especial del Trust Barometer 2021: ‘Empleados impulsados por sus creencias’, elaborado en agosto de 2021 con datos de siete mercados (USA, UK, China, India, Brasil, Alemania y Japón), toma el pulso global al estado de la confianza de los empleados. Una confianza que, tras el descrédito del resto de instituciones, goza de buena salud: el 77% considera a su empleador la institución más digna de confianza, y casi el 60% considera los medios propios de su empleador la fuente de información más creíble.
No es de extrañar que los empleados hayan pasado a ocupar el primer lugar entre los stakeholder que las empresas deben priorizar, y en la definición del éxito a largo plazo de una empresa. Según los datos del informe, los empleados deberían ser prioritarios incluso por delante de los clientes y muy por encima de los accionistas. Tanto es así que, el 74% de los inversores afirma que la capacidad de una empresa para atraer y retener el talento es más importante para ganarse su confianza, que atraer nuevos clientes o lograr un múltiplo de valoración.
Los consumidores también consideran que los empleados son lo más importante: el 90% de ellos declara que las marcas deben hacer todo lo posible para proteger el bienestar y la seguridad financiera de sus empleados, incluso si eso significa sufrir pérdidas financieras.
Construir confianza en el empleador mediante un impacto compartido en la sociedad
El nuevo Informe Especial desvela un cambio de mentalidad sin precedentes en los empleados. Según éste, el 61% de los empleados declaran elegir a su empleador basándose en sus creencias.
Tal es así, que el activismo en el lugar de trabajo se ha convertido en la norma, y el 76% de los empleados se siente empoderado para tomar medidas que provoquen o motiven el cambio dentro de su empresa, ya sea trabajando desde dentro del sistema o haciéndolo público.
Este auto-empoderamiento de los empleados está basado en fuertes convicciones forjadas en el crisol de 2020/21, cuando todos volvimos nuestra mirada hacia el interior durante la pandemia para reflexionar sobre lo que queremos priorizar en nuestras vidas -y en nuestro trabajo- de cara al futuro.
Nos encontramos ante un nuevo pacto social entre empresarios y trabajadores, basado en el poder compartido y en el impacto social compartido, en el que tanto consumidores, como inversores y los propios empleados están de acuerdo en que los trabajadores son ahora el grupo de interés más importante e influyente.