Ver el mundo a través de una ventana digital hace que sintamos más la urgencia de actuar contra los problemas más apremiantes de nuestro tiempo: problemas que aumentan en número e intensidad y que sentimos más cercanos, aumentando las peticiones a las marcas para que tomen partido.
Ninguna generación siente más este sentido de responsabilidad y urgencia que la Generación Z dado que luchan por su futuro. Su impacto cultural ejerce una tremenda influencia sobre todas las demás generaciones, no sólo en lo que se compra, sino en cómo se vive y en qué se cree.
A medida que las marcas navegan por el presente y planifican para el futuro, esta nueva cascada de influencia cambia la forma en que las marcas y los negocios deben operar.